AGUANTE FUTBOLIBREEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!
Sí, nos gastamos todos nuestros ahorros para contratar a Lio Messi y vestirlo de Papá Noel. Ah... ¿¿Vos creiste que se había desgarrado??
Reloaded!!
¡Qué nostalgia! ¡Qué emoción! Atrás quedaron aquellos buenos tiempos en los que Sir Coco de Ballantines era amigo de todos los periodistas, no recibía críticas y sus chistes eran festejados por todos, y si no miren el video (¿Quiénes son los que se ríen de fondo? ¿Reidores pagados?). Basile se mostraba simpático, agradable, hasta ocurrente, rodeado de los periodistas deportivos "más serios" que mostraban ser tan chupamedias como sus colegas del campo político. Primero chicaneó a Palacios quien no paraba de pedirle jugadores. Es más, habló por Alejandro Klappenbach quien supuestamente pedía a Belluschi para que integrara la albiceleste (¿Ale sos gallina?). Luego, lo gastó a Recondo quien le ofrecía un vino (No olvidemos que en la misa el monaguillo le alcanza el vino al cura) malbecq que Coco rechazó en joda por no ser un cabernet. Dale Coco, no te agrandés que antes vos tomabas Bordolino con soda. De hecho, Regordo parece que no entendía el chiste porque le ofrecía hasta último momento cambiar el vino. ¡¡Por dios muchachos se van a quedar sin saliva de tanto chupar medias!! Horacito no podía quedarse afuera y blanqueó de entrada su amistad con Basile. Es más, sacó chapa y dijo: "En nuestras largas sobremesas de la Raya" (pará de tirar chivos y hacele honor a tu apellido Garpani). No contento con ello, quería aprovechar su cercanía con Coco para tener primicias exclusivas (Horacito, no aprendiste nada. El Coco no cambia de jugadores ni de esquema. Sus novedades se encuentran en los diarios viejos). Basile en un rapto de lucidez, quiso despegarse de su compinche y dijo: "Todo al revés" pero en realidad quiso decir: "No seas tarado, Pagani. ¿No ves que estamos al aire?". Luego vemos al Coco afirmando que quien no tiene enemigos no sirve para nada porque es un franelero que quiere quedar bien con todos. ("¡Uy, nos descubrió! Vamos todos en cana", habrá pensado Fabbri detrás de su risita condescendiente). Basile seguía: "Me gusta tener contras" anticipando lo que sería su duelo con Román Iutch (Coco metete con uno de tu tamaño, por favor). Garpani ratificaba las declaraciones del "seleccionador" señalando que él tenía 4 ó 5 enemigos. Basile replicó rápido: "4 ó 5... mil" ¡Cómo te conoce Horacito! Finalmente queremos cerrar con algo inédito. Cuando se acerca la despedida y el reloj marca 1:37 se escucha -bajo pero claro- que el coco dice: "No me puedo levantar" y después cuando saluda a todos con su canchero y british "Bye" vuelca el vino que le habían regalado. Esto refleja 2 posibilidades: 1) Estaba borracho desde antes -cosa esperable- o 2) es el primer hombre que sufre los efectos del vino antes de beberlo. Te dejamos la inquietud. Y fijate la yapa...
Horacio Pagani es muy hábil en el difícil juego de ganar amores y odios. Más conocido como "Garpani", su dilatada carrera en los medios comenzó hace 40 años. Muchos de ellos, en el diario del clarinete. También, hace tiempo que es participante en diversos programas de Radio Mitre (el engrudo Clarin pega cualquier cosa) y, por gracia divina, contamos con su presencia todos los mediodías en la pantalla de Tongos y Chantas (TyC). Amante de la línea de juego lírica (léase Menottista), profundo estudioso del boxeo y poseedor de una demagogia poco sutil, éste periodista cuenta con un defecto común al resto de sus colegas: sólo se escucha a sí mismo. Conocedor de los códigos barriales, su labor en los medios es casi una reproducción de lo que sería una típica charla de café en la que se resuelven los problemas mundiales de todo tipo. En ese ámbito, el que grita más fuerte es el que tiene razón e impone su criterio sin importar demasiado los argumentos que justifiquen sus juicios. Y los que no opinan como él... viven equivocados. Por ello, desde aquí lanzamos una cruzada para que Garpani abandone los medios. ¡¡Basta Horacio!! podría ser el tentativo título de esta iniciativa. Queremos aclarar que no queremos condenar a Horacito por su pasado plagado de hazañas, entre las que podemos citar las detalladas crónicas de partidos a los que nunca asistió, previa ingesta de whisky para inspirarse. No olvidaremos sus largas estadías en los casinos de Las vegas para matar el tiempo durante sus extenuantes coberturas boxísticas. Tampoco lo juzgaremos por su amistad con el Coco Basile (¿Con qué criterio lo puede juzgar?) y su barra fundadora del Club del jarabe escocés. Menos aún lo haremos por sus amoríos con la actriz Graciela Borges. Ni siquiera nos atreveremos a analizar su obra maestra "El fútbol que le gusta a la gente" -título ganchero como ambicioso- libro que le demandó 9 años de su vida (¿¿Habrá estado preguntándole a todo el mundo qué tipo de fútbol le gustaba??). La demora de la publicación, según Horacio se debió a sus ineludibles labores periodísticas y académicas ya que, desde hace años, es profesor en TEA (Te Empomo y Aprobás). e De ninguna manera. Sólo cuestionaremos su presente y, más que nada, su actuación en Estudio Fútbol. Allí, Pagani exhibe lo peor de sí: su estilo grosero, descalificador, pendenciero y de tolerancia cero respecto a las opiniones contrarias, tomando así una actitud muy cercana al fascismo que dice combatir. No hablemos de su idolatría por Riquelme con el que se babea todo el tiempo. Sus contradicciones, son la clara muestra de cómo el alcohol ha afectado seriamente su sistema nervioso y lo ha dejado completamente gaga (PaGAGAni). Si no, sería incomprensible justificar que la única salida posible es la revolución armada, mientras trabaja para el grupo empresario más concentrado del país. En serio, Pagani, por tu bien da un paso al costado antes de que el bochorno sea indisimulable. Pero tal vez no nos creas y harías bien en pensar así porque nadie es el dueño de la verdad -a menos que seas Garpani, claro-. Por eso posteamos este breve video, exagerado por los efectos televisivos, en los que se observa la caducidad de Horacio y sus posturas más intolerantes y autoritarias. Quedate tranquilo Horacio, hoy somos poquitos en un blog que no lo lee nadie, pero seguiremos juntando voluntades para que sea el comienzo de tu triste final.