sábado, 13 de octubre de 2007

Volvió el cabaret

Hace varios años el ex ídolo de Boca Diego "gambetita" Latorre (mirá el look y el fono que tenía) harto de los malos resultados del Boca de Veira disparó: "¿Sabés qué pasa? Esto es un cabaret" Rápidamente los medios levantaron las declaraciones de Gambetita quien debió soportar las burlas de todos y optar por el retiro voluntario de la institución xeneize. Hoy, luego de casi 10 años, el cabaret se instaló nuevamente en Boca. En esta ocasión los protagonistas son Miguel Angel Russo y Ever Banega. El denominador común es el mismo: la interna del plantel y los malos resultados (eliminación de la Copa Sudamericana y duro revés en el superclásico). El entrenador no tiene una buena relación con el plantel que, a su vez, está dividido y eso explicaría varias de las actitudes demagógicas de Russo para conquistar, al menos el apoyo de los hinmchas.
El martes, Boca retornó a los entrenamientos y Russo tuvo una corta pero dura reunión con todo el plantel. En 15 minutos, les criticó su falta de actitud y entrega en la caída ante River y cargó todos sus dardos en un único blanco: Ever Banega. El juvenil que se hizo expulsar al término del primer tiempo, salió a un boliche la noche post partido junto a Boselli. Y Russo no le tuvo piedad. El diálogo, filtrado por el periodista de Radio La Red Martín Costa (y transmitido en el programa de Fernando "nunca me gustó el rating" Niembro), fue más o menos así: Russo atacó de entrada: "Escuchame Ever, no quiero que te mandés más cagadas. No te podés hacer echar así, nos hiciste perder el partido. Y agregó: "¡¡Encima saliste de joda la misma noche!! Te vas a quedar fuera del equipo y vamos a ver cuándo volvés". Banega intentó una tímida respuesta: "Bueno... pero Boselli también salió y no le dice nada". Miguelito levantó temperatura: "¡¡No me patotees!! Te voy a hacer concentrar aunque no juegues". Banega más envalentonado subió la apuesta: "Si concentro es para jugar si no no vengo". "Corega" Russo, entonces lanzó el ultimátum: "Bueno, entonces mañana no vengas." Y encaró al resto del plantel: "Y al que no le guste que hable con el presidente y rescinda el contrato" (jaja, seguro). A las pocas horas el DT xeneize salió por todos los medios a bajar los decibeles de la reunión, pero ya era tarde...
El vice presidente Pedro Pompilio visitó al equipo el miércoles e intentó poner paños fríos para aliviar las tensiones y aparentemente las fricciones habrían cedido momentáneamente aunque no el castigo para Banega.
Lo cierto es que el resto del equipo no colabora demasiado y naufraga en una notable anemia futbolísitca. No logra hacerse fuerte en su propia área ni muestra agresividad en la contraria, menos aún contundencia. Caranta no muestra garantías en las pelotas aéreas. La defensa es insegura y se nota que Maidana y Paletta aún no hacen olvidar al Cata Díaz. Ibarra conserva su talento pero muestra que su velocidad siente el paso del tiempo. Morel Rodríguez rinde mucho mejor como defensor central que como lateral pero Russa opta sanamente por él en lugar de incluir a Burroviesa (asesino serial devenido en "jugador"). En el mediocampo se observa una falta de dinamismo y creación. Ledesma se muestra exhausto, corre por él y por Ibarra (tiene millas como para viajar por todo el mundo). Cardozo y Dátolo no dirimen quién se queda con el sector izquierdo. Banega comete excesivas infracciones amparado en el peso de la camiseta y Gracián, incorporado para reemplazar a Riquelme y hacerse eje del equipo, no exhibió demasiado. La pide poco, la tiene menos y muestra para jugar la timidez de una quinceañera. Adelante Palacio debe luchar contra todos los defensores rivales y sus propios compañeros que no le pasan limpia la pelota. Palermo, cada vez está más duro físicamente y es consciente de que está quemando los últimos cartuchos en el club. El entrenador no logra imponer su autoridad al resto del plantel y sólo la obtención de la Libertadores en el primer semestre pareció mitigar las disputas internas.
A pesar de todo, Boca está a sólo 2 puntos del líder en el campeonato local y tiene tiempo de rearmarse para afrontar el Mundial de Clubes a fin de año. Sin embargo necesitará un claro repunte en su juego y, en especial, un cambio radical de actitud. El castigo a Banega es correcto aunque la sanción parece excesiva. Sólo el tiempo dirá si purga la condena o recibe un rápido indulto.

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