jueves, 15 de mayo de 2008

Presente Ahumado

¿Por dónde empezar a hablar del Ahumadagate? Es complicado porque, como si fuera una bola de nieve, la guerra misilística del número 5 de River contra el mundo parece no tener tregua y ahora, al igual que Sanfilippo (ver foto), parece no tener demasiados amigos. Por si vivís en un tupper y no sabés qué pasó, te contamos que todo comenzó el martes con una inocente entrevista realizada por el gran dúo Niembro-Elio Rossi. En ella, todo empieza muy relajado: la pesca, Zárate todo normal. Pero estos viejos zorros lo fueron llevando al terreno de ellos, al igual que un hábil marcador haría con la estrella rival, lo arrinconaron contra la raya de costado y Ahumada se entregó mansito al juego mediático. Niembro soltó el tema del recibimiento con maíz y el volante central no pudo hacer las cosas peor: "Cuando San Lorenzo se puso 2 a 1, el estadio enmudeció. Quizás eso se transmitió a la cancha", dijo el jugador pateando la pelota para adelante y evadiendo, de manera sencilla, las responsabilidades que debieran asumir los jugadores, él incluido. Esto muestra las desprolijidades con las que se manejaron los jugadores millonarios -en todo sentido- que deberían haber apelado al silencio y esperar tiempos mejores.
Primero Abreu, tsunami mediante, luego Carrizo con declaraciones fuertes y polémicas ("El amor a la camiseta ya no existe más", "En River no todos tiran para el mismo lado" -otra alusión a los hinchas-, "El ambiente en el club no es el ideal") quedaron minimizadas y olvidadas por las declaraciones de Ahumada. Pero las declaraciones del 5 siguieron mientras Niembro y Rossi estaban extasiados frotándose las manos: "Hubo un silencio ATROZ. Yo he jugado en la cancha de Boca, ganando 2 a 0, y la hinchada de ellos se nos caía encima". Los simpatizantes de River, enfurecidos, invadieron los blogs, sitios de noticias y cualquier espacio en el que pudieran canalizar su ira de larga data, pese a que Ahumada intentó reciclar su discurso y reconciliarse con la hinchada. "Me muero si no puedo jugar más en el club", confesó. Además, esbozó la causa de sus polémicas palabras: "Tal vez no me haya expresado de la mejor manera -no me digas-. Me equivoqué en nombrar a Boca pero me molestó y me generó muchísima bronca un hincha de River en particular, que me comparó con los jugadores de Boca y decía que no éramos como ellos. Quería tocarle el orgullo al verdadero hincha de River, que alienten al equipo. Quiero que el hincha se enoje y vaya a alentar como nunca." Mientras tanto, la hinchada quería su cabeza y planaeaba un escrache en su casa.
Y Ahumada acudió a la experiencia pero la memoria le falló: "Contra Botafogo, el partido estaba totalmente perdido y la gente lo levantó. Eso es lo que necesitamos. Son momentos en los que uno necesita apoyo". En ese partido, el volante central transmitió su apoyo a River haciéndose expulsar por una violenta infracción -otra de sus habituales reacciones en caliente. Simeone lo respaldó y lo mantuvo en el equipo titular en la práctica del día siguiente: "Vos sos un 5 de los que me gustan a mí, de ésos que meten, que transmiten -pero que no le transmita nada a los periodistas, Cholo. Yo te banco. Para mí sos muy importante. Pero no hagas nunca más una cosa como ésta", le confió en una charla privada.
Por la tarde de ayer unos cuantos hinchas se reunieron en el domicilio del mediocampista y lo escracharon. Cantos en su contra, fuego y mucha bronca. Los dirigentes hábilmente se pusieron del lado de los simpatizantes y decidieron multar económicamente a Ahumada que rápidamente emprendió el contraatque. Cansado de callar cosas que todos saben yu nadie se anima a decir disparó contra la dirigencia y se puso en pie de guerra y amenazó: "Ahora falta que los dirigentes, con tantas cosas que han hecho mal, se metan con las opiniones de un jugador. Entonces yo me voy a empezar a meter con los temas dirigenciales y voy a decir qué pasa con la venta de tal jugador. Y seguimos armando el clima...". Un émulo de Ramón Díaz en sus peores tiempos. "Son amenazas infundadas y tontas que agravan lo que había hecho. Quiere buscar una polémica para tapar lo que generó", le retrucaba Barujel, dirigente de River.
Hoy, el PelícanoAguilar va a hablar con el jugador y seguramente Ahumada tendrá sus días contados en la banda roja, ya que su contrato vence en junio.

APARECIERON LAS DIFERENCIAS EN EL PLANTEL

Ahumada empujó la puerta de chapa roja, entró al vestuario del predio de Ezeiza y escuchó un murmullo: "qué bombita tiraste, eh." que retumbó entre los cerámicos. Alguna sonrisa intentó distender el clima, casi irrespirable.
Antes de vestirse con la ropa deportiva, el volante alzó la voz, buscando un apoyo desesperadamente: "Bueno, ¿alguno me va a bancar en ésta?". Y lo que retumbó entonces fue el silencio.
Previamente le dijo a la prensa que se sentía respaldado por sus compañeros y dirigentes pero por lo visto eso no sucedió. Además, según Olé: "Hay una fuerte división del plantel, entre ´chicos que no se dan cuenta de que están en River´ y ´grandes que dan órdenes y después no aparecen en la cancha´ que se hizo pública en diciembre". Pero que Olé publica ahora en mayo, como siempre.
Tres colegas salieron en su auxilio: Carrizo, Augusto Fernández y Abelairas. Todos de su generación y salidos de las inferiores.
Los supuestos referentes como Ortega, Tuzzio, Ferrari y Ponzio.
El único que lo encaró fue Abreu
-¿Cómo dijiste eso?, le dijo el uruguayo termo en mano.
-Pará: después del 2-1, ¿la gente cómo estaba?, le retrucó Ahumada.
-Muda, replicó Abreu mientras se tomaba un amargo.
-Y bueno..., Ahumada llamando a una reflexión que no tuvo eco.
-Pero eso lo dijiste vos, ahora arreglate, sentenció Abreu con gran solidaridad de goleador.
-Ah, bueno, bárbaro, gracias, che, el 5 finalizó el diálogo y encaró a las fieras periodísticas que lo esperaban fuera de las cuatro paredes. Mientras Ahumada sigue acumulando amigos...

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