miércoles, 21 de enero de 2009

Al final se quedó... por un rato

Finalmente la transferencia de Kaká al Manchester City. Al parecer el padre/representante del jugador, los ingleses y los italianos estaban de acuerdo con la venta pero... a último momento el jugador expresó su deseo de permanecer en el club y no mudarse a Inglaterra para jugar en el Manchester City. Esta decisión fue aclamada por los tifosi milanistas, que seguirán viendo al volante brasileño con la rosso nera y por la prensa italiana que elogió al jugador por privilegiar su carrera antes que una jugosa oferta. Seguramente, de haber aceptado los euros del jeque, lo habrían recordado como un vendido, un caza fortunas, un miserable pesetero... y sigue la lista.
La frustrada transferencia tuvo sus consecuencias. Mientras el City se aseguraba en 14 millones de Euros (una baratija a esta altura) la incorporación del delantero galés Craig Bellamy, Robinho, delantero que también juega en el Manchester City, se fugaba de la concentración que realizaba su equipo en Tenerife (España) con rumbo a Brasil. La fuente oficial afirma que viajó (casualmente!) para tramitar el pasaporte de uno de sus hijos. Los mal intencionados de siempre aseguran que no se bancó que no hayan incorporado a Kaká. Por algo ya se especula con un posible traspaso al Chelsea de Avramovich que, a su vez, negó haber puesto en venta a su club para recuperar los más de 800 millones de Euros que lleva inveretidos. (Ufff esto es como el google, empezás con un tema y no sabés dónde vas a terminar).
Sin embargo, los últimos movimientos no indicarían que el brasileño haya actuado usando más el corazón que el cerebro. Al parecer, el Real Madrid, luego de la tormenta de Calderón, intentará por todos los medios fichar a Kaká para dar un golpe de efecto a la gran campaña que está haciendo el Barcelona. Y... claro aunque sea por menos plata (que de todos modos va a ser mucha) jugar en el Real Madrid no es lo mismo que en el Manchester City.

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