viernes, 13 de junio de 2008

Tomátelo con soda

Hay ocasiones en las que el fanatismo -y otras sustancias- nubla la vista de cualquiera. Las diferencias culturales que existen en el mundo llevan a que una noticia que es considerada grave en un país, pueda tornarse graciosa en otro o, por lo menos, extravagante.
Pero vamos a la noticia: el arquero de la selección egipcia, Esam Al Hadari, se ha convertido en el centro de la crítica de los sectores conservadores de su país. Esta fracción está muy enojada con el portero, una de las estrellas del bicampeón africano, porque luce en su buzo la publicidad de una bodega de vinos. ¿Y eso, qué? Se preguntaría cualquier desprevenido. Sin embargo, los ortodoxos egipcios consideran que el sponsor que patrocina al Sión de Suiza (club en el que juega el guardameta en cuestión) instiga al pecado y al libertinaje, lo que es una falta moral gravísima. Por ello mismo, han tomado cartas en el asunto y decidieron realizar una denuncia judicial. Si el tribunal se expide en favor de los conservadores, Al Hadari podría ser sancionado con un máximo de 1 año de prisión.
Además, Al Hadari ha tenido problemas previos con la justicia. Hasta hace unos mese jugaba en el club egipcio Al Ahly, el más prestigioso de África, hasta que se unió en febrero pasado al Sión tras huir de Egipto sin pedir permiso a la Federación de Fútbol de ese país ni tampoco a su club. Esto, curiosamente parece una falta mucho mayor que la de la publicidad de vinos y tal vez sea un agravante a la hora de decidir la sentencia. De hecho, su huida a Suiza causó un verdadero escándalo en el país, hasta el extremo de que el propio presidente egipcio, Hosni Mubarak, tuvo que intervenir para resolver la crisis entre el arquero y la selección nacional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la pagina. Actualicen!