viernes, 20 de febrero de 2009

Only in Argentina

La siguiente nota fue publicada en Olé y sus autores son Gustavo Grabia y María Laura Balonga, expertos en temas referidos a las Barras Bravas. La misma trata detalladamente sobre la apretada que recibieron los jugadores de Independiente en Tucumán luego de caer 3-0 y comenta que la extorsión fue realizada por la reducción de los ingresos de la Barra y en consecuencia reclamarían lucro cesante. No tiene desperdicio.

Pierde, garpa

Los barras del Rojo le exigen al plantel que ganen o les pagan a ellos. Y meten presión con datos no futboleros. Insólito.

Cuando a pedido del presidente Bartolomé Mitre, Dalmacio Vélez Sarsfield comenzó a redactar en 1864 el Código Civil que regiría la Nación, jamás se imaginó que casi un siglo y medio después, dos artículos del mismo serían utilizados por una barra brava para apretar a un plantel. Posiblemente Bebote Alvarez (Foto) jamás haya leído el Código y de Vélez Sarsfield sólo sepa que es un club al que hay que ganarle cada vez que el Rojo lo enfrenta. Pero sin conocerlo, utilizó los artículos 519 y 1069 del códice para justificar por qué los jugadores deben aportar su billete a la barra. Según confiaron tres jugadores de Independiente, en la reunión que se dio el domingo en el hotel Catalinas Park de Tucumán, tras la derrota contra San Martín, los barras les dijeron que la mala campaña del equipo les está generando un agujero financiero y que si no ganan, tendrán que cubrir los propios futbolistas lo que la barra deja de percibir por menor reventa de entradas, imposibilidad de viajar a las Copas, menos mordida en el aliento selectivo a los jugadores y demás vituallas que conforman su habitual ingreso. Sí, exigen el lucro cesante. Porque, al fin y al cabo, "el fútbol es un negocio para ustedes y para nosotros", como esgrimieron en la amena charla en la madrugada tucumana.El tema que parecía acabado aquel domingo, se reavivó porque según confió a Olé otro jugador, los que en la intimidad se negaron a aportar billetes recibieron llamados en las últimas horas para que revean sus posturas y se sumen a la causa según el prolijo diagrama propuesto por la barra: si no clasifican para ninguna Copa, deberán pagar el equivalente a diez pasajes para el Mundial ("ellos no hablaron de una suma fija, sino de diez pasajes para Sudáfrica", le dijo a Olé uno de los futbolistas presentes en el cónclave). En cambio, si el equipo repunta y el Rojo entra en un torneo continental, la exigencia baja a la mitad, porque el resto quedaría cubierto con las ganancias que obtienen cada vez que viajan al exterior. Y si salen campeones, nadie paga. "Eso lo dijimos porque sabemos que con estos burros, conseguir un título es imposible", confesó uno de los barras.En la reunión no estuvieron los pibes del club (a Vittor y Mancuello los dejaron afuera) ni tampoco el técnico Pepé Santoro, a quien le aclararon que con él no era la cosa. "En su momento fuimos contra Burruchaga y Troglio, pero Pepé puso el pecho muchas veces. Con él está todo bien, el problema son los otros", aseguró uno de los barras que secundó a Bebote en la reunión.Olé también confirmó que los jugadores fueron presionados por su bajo nivel y por actitudes que habrían tenido fuera de los estadios. Uno de los presentes contó que la barra, como carta extorsiva, dio detalles de la vida privada de cada uno de los futbolistas, lo que generó una inquietud adicional. Consultados, los dirigentes del club dijeron que los jugadores les refirieron apenas apostillas sobre la apretada pero en privado, los mismos futbolistas sospechan del libre manejo que tuvieron los barras toda la semana pasada, tanto en Domínico como en Tucumán. Y no pasan por alto el hecho de que los violentos se alojaron en el mismo hotel que el plantel, un cinco estrellas de tarifa internacional que no muchos pueden pagar a menos que reciban ayuda externa. ¿Por qué ningún integrante del plantel dice en público lo ocurrido y simplemente narran un cuento naif sobre poner más ganas para sacar al equipo de esta situación? Porque temen posibles represalias. Y creen que la única manera de aquietar las aguas es ganando. Aunque con la espada de Damocles pendiendo sobre cada una de sus cabezas, la situación se hace harto complicada.Consultado por Olé, Bebote, el jefe de la barra, admitió el encuentro en Tucumán pero dio una versión distinta de cómo se sucedieron los hechos. "A Santoro no lo metimos en la reunión porque con él no es la cosa. Acá los que no tienen dignidad son los jugadores. Y no fue una apretada, fuimos a decirles que esto es Independiente y acá hay que salir campeón. Y el que dijo que los extorsionamos, miente. Sólo les exigimos que paren con la joda y que basta de ir a bailar. Si dicen otra cosa son unos caraduras. Si hasta les pedí que me mostraran las piernas para ver cuál estaba raspado. Porque no ponen, no se tiran, es así. Pero guita... si lo que te dan es una limosna. Es mentira que les pedimos para el Mundial. Que vayan y hagan la denuncia, si fue así".Bebote sabe qué tecla tocar. Nunca un plantel ha denunciado a una barra por apretada. Y ante la pregunta de cómo lograron pagar la cuenta en un hotel de tanta categoría, también tiene su respuesta: "Conseguimos un descuento corporativo y nos cobraron 90 pesos por noche". Creer o reventar.¿Qué puede pasar de aquí en más? La dirigencia admite la imposibilidad de terminar con la barra. Nada dicen de las relaciones non sanctas que se les adjudican con varios de ellos. "No seamos hipócritas, hay una realidad que nos excede. Nosotros denunciamos dos veces al Tortuga por reventa de entradas, y en ambas oportunidades salió en libertad. Acá hay una ausencia del Estado. Todos son convictos y la Policía lo sabe. Y si ellos no hacen lo que deben... Cuando asumió esta conducción el club estaba tomado por estos delincuentes. Y la situación ahora es muy diferente, a pesar de lo ocurrido esta semana", dicen los popes de la institución. Lo cierto es que el club no suspendió como socios a los violentos que participaron de las dos apretadas del plantel. Que nadie hizo la denuncia. Que ningún estamento oficial actuó de oficio. Y que los barras estarán mañana en el paravalanchas, alentando a su negocio. Si el Rojo gana, todo será felicidad. Y si pierden, ya se sabe: garpan.

No hay comentarios.: