domingo, 15 de febrero de 2009

In Shreck we trust

El ogro Fabbiani se convirtió en el nuevo ídolo de River. Sin ser un virtuoso, el 9 que juega con la 23, levantó la moral de un plantel que venía golpeado por todos lados y que no parecía mostrar demasiadas mejorías. Contagió con sus ganas no sólo a su compañeros, sino también a los hinchas que ya ni ánimo tenían para insultar el pobre rendimiento de los jugadores millonarios.
Ojo... River no es una máquina, ni tiene demasiado plantel como para afrontar copa y campeonato con idéntica exigencia pero... gana y suma. Y eso, en muchas ocasiones, es la piedra inicial para construir un equipo.
Tal vez Fabbiani -con lo efímero que es el fútbol argentino- pase de héroe a villano en poco tiempo pero mientras tanto es el ancho de espadas de River.

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